La clave es mantenimiento preventivo y especializado
La lavandería es vital en negocios de hotelería y restaurantes, donde las toallas, sábanas, manteles y servilletas deben estar impecables, pero también en otro tipo de servicios y establecimientos, como en los hospitales. En todos ellos un buen servicio de lavandería no sólo es sinónimo de buena imagen, sino también de higiene y seguridad.
Es por eso que los equipos de lavado, secado y planchado deben funcionar de manera correcta, adecuada y eficiente.
Mantenerlos en perfecto estado permitirá ahorrar tiempo, dinero y problemas mayores como el paro de operaciones y el desprestigio de su empresa, que redunda en pérdidas. Para ello, la clave es el Mantenimiento preventivo realizado por un servicio técnico autorizado y experto. Realizarlos periódicamente y siguiendo su programación al día alargará la vida útil de los equipos y les permitirá brindar los mejores resultados.
La periodicidad del mantenimiento depende de las horas trabajo de los equipos y debe ser realizado por un especialista que diseñe un programa de mantenimiento preventivo luego de un análisis del estado y uso de los equipos.
La limpieza es fundamental
La limpieza de estos equipos se debe realizar regularmente y forma parte fundamental del mantenimiento. Cada equipo tiene sus particularidades, en las lavadoras es importante la limpieza diaria de las juntas de las puertas para evitar que entren partículas externas, que haya fugas de agua y mantener limpios los filtros de entrada de agua para asegurar el correcto caudal, evitando alargar los tiempos de llenado del bombo. En las lavadoras de jabonera manual, una limpieza regular previene atascos y mohos.
En las secadoras es necesaria una limpieza frecuente de los filtros de borra y de todos los conductos de extracción y palas de las turbinas, lo que asegura una mejor corriente de aire, un ciclo de secado más rápido y menor acumulación de humedad. En las planchadoras también es importante limpiar las palas de turbinas.
Un entorno adecuado
Las condiciones en que se encuentran los equipos también juegan un papel clave en su buen estado. Todas las máquinas deben estar ubicadas en un espacio despejado y limpio para evitar acumulación de humedad y suciedad que, a largo plazo, puede causar oxidación de partes de metal e inclusive electrónicas.
El mantenimiento preventivo no sólo garantiza el buen funcionamiento de los equipos, sino también la seguridad de los operarios que manipulan las máquinas. En este sentido, las secadoras y las lavadoras deben revisarse semanalmente para verificar el funcionamiento del paro de emergencia y la seguridad de apertura de la puerta; mientras que en las planchadoras se debe revisar y verificar diariamente los dispositivos de protección de manos.
Nuestro compromiso es acompañarte y apoyarte para que tu operación sea ciento por ciento eficiente, productiva y segura.
Para ello, te garantizamos el óptimo funcionamiento de tus equipos, con un mantenimiento preventivo especializado y de calidad.